martes, 26 de enero de 2010

Napola (Elite für den Führer)

Aunque estemos en época de premios y esto rompa un poco con los comentarios sobre las películas mas importantes de estas semanas, no podía dejar de destacar este peliculón alemán del 2004 que he visto y me ha dejado impresionada. Las NAPOLA eran escuelas de élite nazis que formaban a jóvenes alemanes para aprender a luchar, y, si era necesario, a dar la vida por su patria y por el führer. Allí les lavaban el cerebro inculcándoles una historia exagerada y desproporcionada de la historia de Alemania y el odio a los diferentes, sin lugar para los débiles y los intelectuales. Es en una de estas escuelas donde se desarrolla la historia de esta película, cuando Friedrich, un joven aficionado al boxeo y con aspiraciones a un futuro mejor llama la atención de uno de los altos cargos, que le ayuda a entrar allí. A pesar de la oposición de sus padres, él irá allí con ilusiones e ideales que cree verdaderos. Pronto, hará amistad con otro chico, llamado Albrecht, hijo de un alto mando del ejército que le ignora y se avergüenza de él, y que es todo lo contrario a Friedrich: escritor, inteligente, débil y sin interés por los ejercicios físicos y las armas. Allí, ambos verán que la escuela y la realidad difieren mucho de lo que ellos creían.

En los últimos años, los cineastas alemanes están muy interesados en tratar temas de su historia y su pasado, teniendo por supuesto el nazismo un peso especial: "El hundimiento", "Sophie Scholl: los últimos días", "El último tren a Auschwitzg" o incluso sátiras como "Mein Führer". Y entre éstas y las americanas, uno ya piensa que está harto de películas de nazis y que ya se ha visto todo, cuando de pronto aparece una como ésta y te vuelve a dejar sin palabras. El director y guionista es Dennis Gansel, uno de los realizadores alemanes jóvenes más importantes de los últimos años sobre todo por el éxito de su película "La ola", que también trataba el tema del nazismo, analizando sus orígenes desde la actualidad. No es un director especialmente original ni con un claro estilo propio, pero hace reflexionar con los temas que trata, siempre interesantes, sus películas son ágiles y correctas, y vemos la capacidad que tiene para acercarse a los jóvenes y mostrarnos de manera realista su forma de ser y sus problemas. En este sentido, es original que en este caso el acercamiento al nazismo sea a través de los jóvenes, algo que no es tan habitual. Por lo demás, la historia de esta película no tiene más misterio que otras ni sorprende lo que pasa, pero precisamente ese es su mérito, que sabiendo lo que va a pasar, logra impresionar y emocionar como pocas películas lo han hecho en mi últimamente. Hay escenas que son como un puñetazo contra el espectador, como la de la granada (la cara del actor Max Riemelt en ese momento en impagable), y otras emotivas hasta las lágrimas, como en la que el protagonista se enfada con su amigo por la redacción que ha escrito.

Todos los actores están más que correctos en sus papeles, pero especialmente los dos protagonistas, que están simplemente extraordinarios en sus papeles. El guapísimo Max Riemelt, que volvería a trabajar en Gansel en "La ola", está perfecto como el joven ario entregado al partido que irá desencantándose poco a poco. Nos deja clarísima la evolución de su personaje, acabando en la escena en la que le da un ataque en el cuarto, debastadora. Por el otro lado, Tom Schilling en un papel que puede recordar de Robert Sean Leonard en "El club de los poetas muertos", por la incomprensión de su padre hacia él, hacia el talento que tiene y hacia lo que quiere y no quiere hacer. Para mi, este actor es la auténtica revelación de la película, es maravilloso el personaje que llega a construir; no le hace falta hablar, ya que con su cara lo refleja todo, mirando su piedad a la cámara con sus grandes ojos azules. Estupendo, no puedo decir más. La amistad que surje entre ellos es una de las más hermosas que he visto en cine, una amistad que está por encima de los miedos, las ideas y de los deberes.

La recreación de la escuela y del ambiente de opresión es muy buena, aunque a veces caiga en tópicos propios de las películas del ejército que hemos visto tantas veces, pero aún así sigue impresionando la crudeza de algunas situaciones, las cuales el se nos muestran directamente y sin piedad. También acompaña la interesante fotografía (muy destacable es un plano que el mismo director repetirá exactamente igual en "La ola") y la melódica banda sonora.

La película triunfó en los festivales por los que pasó, ganando premios a la mejor película, director, actores y guión. En fin, una cinta alemana más buena, no se ni de que me extraño a estas alturas; parece que de un tiempo a esta parte, película alemana es sinónimo de película buena, ¿no os parece? Como dice mi madre, en los últimos años, el cine alemán es jodidamente bueno.

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