martes, 27 de julio de 2010

Saga Harry Potter, cuenta atrás: "Harry Potter y el cáliz de fuego (Harry Potter and the globet of fire)"

Poco a poco, voy enterándome de cosas nuevas de la esperadísima última película de Harry Potter. El director, ya se sabía, vuelve a ser David Yates, que me sorprendió gratamente en la quinta y me decepcionó en la sexta, así que esperemos que la última vuelva a seguir la línea de "Harry Potter y la órden de fénix". En cuanto al reparto, a parte de reunir a la mayoría de grandes actores que han salido en las 6 anteriores entregas, tenemos a tres nuevos personajes encarnados por los enormes Bill Nighy, Rhys Ifans y Ciarán Hinds, que seguro que, al igual que los demás, los encarnarán estupendamente.
Además, la música de la primera parte de "Harry Potter y las reliquias de la muerte" estará compuesta por Alexandre Desplat, uno de mis compositores actuales favoritos, así que creo que conseguirá estar a la altura de sus predecesores. Lo cierto es que yo estoy deseando escucharla, y las expectativas para con la película cada vez son más altas.

Y hoy voy a comentar la cuarta parte de la saga, una película que para mi ha ido ganando según le he ido revisionando. Creo que el principal problema con el que parte “Harry Potter y el cáliz de fuego” es que está basada en el libro más denso y en el que más cosas juntas pasan y más personajes salen: el mundial de quidditch, el torneo de los tres magos y sus tres pruebas, el baile y el regreso de Lord Voldemort, resumiendo mucho. Todo tiene que ir mucho más comprimido en la película, y aunque creo que sale bastante airosa, tampoco tengo claro si yo entiendo bien todo lo que pasa porque me leí el libro, y si quien no lo ha hecho acabará saturado de tanta información junta. El director inglés Mike Newell, conocido por “Cuatro bodas y un funeral”, lleva a muy buen puerto (aunque sin llegar a nivel de Alfonso Cuarón en la entrega anterior) esta enorme tarea. Dirige con un ritmo tranquilo, pausado, que no tiene nada que ver con el de la anterior, mucho más frenética, pero eso le viene bien a la película, ya que si además de todo lo que sucede, ocurriera rápido, sería una locura. También es algo menos oscura que la anterior, aunque sólo en lo que a fotografía se refiere, ya que el argumento es mucho más profundo, como veremos.

Los efectos visuales son espectaculares, y en ellos se recupera un poco el espíritu de las dos primeras películas, pero, al igual que ocurre en muchas películas de fantasía, uno puede acabar saturado de tanta magia y fantasía, y de tanto efecto, por muy bien hechos que estén. Para mi, la película gana en su otro aspecto, el más comedido, el de diálogos y relaciones entre los personajes, especialmente en la genial evolución hacia la adolescencia y las primeras relaciones de pareja de todos los protagonistas, que da lugar a momentos realmente divertidos, y que en el “Harry Potter y el príncipe mestizo” se llevó al extremo de lo absurdo, pero que aquí está muy bien conseguido. Cualquiera que recuerde como era a la edad de esos chicos se puede sentir identificado. Pero también tiene momentos muy adultos que alejan ya definitivamente a la saga del público infantil, como es la muerte de Cedric Diggory y la vuelta de Harry y de su cuerpo a Howarts, escena trágica y durísima que no tiene nada que envidiar a películas de otro género.

Si decíamos que la anterior película tenía un reparto envidiable, ésta tampoco se queda atrás. Daniel Radcliffe se luce bastante, especialmente al final, demostrando que puede ir mucho más allá de la estela de Potter, mientras que Rupert Grint se consagra como un estupendo actor de comedia, y Emma Watson, que ya destacaba sobre sus compañeros en la cinta anterior, en esta sigue teniendo un buen nivel. De entre los nuevos secundarios destaca, como no, Lord Voldemort, papel para el cual se barajaron numerosos nombres, pero que finalmente fue para Ralph Fiennes, y no podía haber sido una elección mejor, ya que cuando hace de villano, no hay otro como él. También es un gusto siempre para mi volver a ver al gran Jason Isaacs haciendo de Lucius Malfoy, y aunque en ésta sale muy poco, merece la pena. Divertidísima está Miranda Richardson como Rita Skeeter, pero el mejor de todos es Brendan Gleeson, en su papel de profesor Moody, que borda, es imposible imaginarse ya a un Moody de otra manera. De entre los jóvenes, destaca un todavía desconocido y no tan pálido Robert Pattinson, que está muy bien como Cedric Diggory, pero que parece haberse estancado desde su incorporación a “Crepúsculo”, y la francesa Clémence Poésy como Fleur Delacour, actriz cada vez más en alza especialmente gracias a este papel.

En cuanto a la banda sonora, para esta entrega John Williams fue sustituido por Patrick Doyle, lo cual puede parecer arriesgado, ya que Doyle no tiene detrás toda la trayectoria de Williams, aunque sí que había hecho trabajos notables (casualmente, es el compositor de la música de las primeras películas de Alfonso Cuarón, el director de la anterior película de Harry Potter). En la línea del refinamiento que caracteriza, por ejemplo, “Sentido y sensibilidad”, para mi Doyle hace aquí su mejor trabajo hasta la fecha. Si la banda sonora de Williams en la anterior película me entusiasmó, esta llega casi al mismo nivel, con preciosos temas melódicos y pegadizos, muy clásicos, pero muy a tono con la película, especialmente los dos preciosos valses, el primero de los cuales me llega incluso a recordar a alguna pieza de Berlioz. Una banda sonora hecha con auténtico gusto, que debería convertirse en un clásico y que tiene el gran mérito de que no se eche en falta al genio John Williams.

Total, que esta es otra de mis películas favoritas de toda la saga, aún con el defecto de llegar a saturar un poco de información y de efectos. Sin embargo, consigue dar un carácter mucho más adulto a todo el conjunto de las películas, alejándose ya definitivamente del público infantil, al igual que los libros. Seguiré informando!

domingo, 25 de julio de 2010

Gran Torino

- Tranquilo, rollito de primavera, no voy a matarte. Yo también agacharía la cabeza si fuera tú. Me di cuenta de que era un mierda nada más verte, pero nunca pensé que se te dieran peor las mujeres que robar coches, Atontao.

- Es Tao.

- ¿Qué?

- No es Atontao, es Tao. Me llamo Tao.

- Sí, bueno. La has cagado con esa chica que estaba ahí. No es que me importe una mierda un atontao como tú.

- No sabe lo que está diciendo.

- Te equivocas, pato laqueado. Sé perfectamente lo que estoy diciendo. Puede que no sea la persona más agradable del mundo, pero me casé con la mejor mujer que ha pisado la faz de la tierra. Y me esforzé, es lo mejor que me ha pasado con diferencia. Pero tu vas y dejas que Bruce Lee, Fu Man Chu y Jackie Chan se larguen con como se llame. Le gustas, cosa que no entiendo, la verdad.

- ¿A quién?

- ¡A Yogurt! La chica que llevaba una camiseta morada. No ha dejado de mirarte, estúpido.

- ¿Se refiere a Youa?

- Sí, Yogurt, es simpática, una chica encantadora, he hablado con ella. Sí, y tu dejas que se largue con los tres tontos muy tontos. Y ¿sabes por qué? Porque no eres más que un marica.

Ayer ví por segunda vez (en uno de esos maravillosos cines de verano gratis que proliferan este año por Madrid), una de las mejores películas del año 2008, y que además, tiene ese mérito tan poco común de gustar mucho a todo aquel que la ve: esta es "Gran Torino", último papel en el cine del siempre grande Clint Eastwood (por suerte no como director, no se que será del cine americano cuando eso pase). Nos cuenta la historia de Walt Kowalski, un malhumorado veterano de guerra que, tras la muerte de su esposa, se queda viviendo sólo en un barrio lleno de coreanos donde él es el único americano. La poca y mala relación que tiene con su hijos hace que, poco a poco, vaya entablando amistad con sus vecinos, dos hermanos coreanos a los que acabará defendiendo de las peligrosas bandas callejeras que proliferan en la zona, hasta límites insospechados, algo que además le servirá como expiación de sus propios tormentos interiores, los cuales conserva desde la guerra.

Todavía estoy esperando a que la Academia de Hollywood haga un comunicado disculpándose por su error al no haberla nominado a NADA en los Oscar de ese año. Esa deliberada ignoración fue vergonzosa no sólo para la película, que cómo he dicho fue una de las grandes de ese año, sino un feo terrible a Clint Eastwood como actor, al que sólo por ser su última aparición deberían haberle nominado como forma de premiarle por toda una vida en el cine; pero es que además, él ES la película, y está inconmensurable, una joya de personaje que Eastwood borda. Por más que lo pienso, no entiendo cómo pudo no ser nominado en favor de otros como la sosería personificada que era Brad Pitt en "El curioso caso de Benjamin Button", pero hace tiempo que dejé de intentar de comerme la cabeza con esta incongruencias. Otro punto fuerte de la película es sin duda el guión, plagado de frases que deberían quedar para el recuerdo, grandes momentos de risas, y también grandes momentos dramáticos, combinados a la perfección. El diálogo que he puesto arriba puede que sea el más divertido de la película, y uno de los que más me gustan (la gente ayer en el cine aplaudía y todo en ese momento). Su no-nominación al Oscar al guión original es otro misterio para mi. De acuerdo que la historia en sí no es completamente original, ya que este tipo de películas de redención ya las hemos visto muchas veces, pero aún así, si está bien escrita, como ocurre con esta, pueden parecer completamente nuevas. Además, si sólo se pudiera nominar a este Oscar a historias totalmente originales, esta categoría podría eliminarse, porque son más bien escasas.

Clint Eastwood lleva desde que ganara el Oscar por "Sin perdón", allá por el año 1992, sorprendiendo con cada película suya, cada vez más personales y de una enorme variedad temática. Pero curiosamente, tal vez el punto más fuerte de "Gran Torino" no sea su dirección, algo estraño tratándose de una película suya, ya que para mi es el mejor realizador de cine actual, transmitiendo a sus obras siempre una belleza y elegancia natural, trate el tema que trate (mi favorita hasta la fecha, la maravillosa "Cartas desde Iwo Jima"). Sin embargo, en esta ocasión, quitando algún contrapicado interesante, y el final, claro homenaje al cine del oeste que tanta fama le ha dado, la realización es sencilla y sin pretensiones. De este modo, el peso de la película recae fundamentalmente en las actuaciones y en el guión. Eastwood no es tonto y se escribe para su despedida como actor, un personaje que le va como anillo al dedo, malhumorado y mal hablado, con traumas del pasado, pero en el fondo, con buen corazón, que consigue que todos le cojamos cariño.

En fin, una película indispensable si te gusta Clint y si te gusta el cine, y si no, también cien por cien recomendable. Tampoco considero que sea una película perfecta, pero eso no impide que merezca completamente la pena disfrutarla. Y ahora puedo confirmar que con las revisiones no pierde. No os la perdáis.

sábado, 17 de julio de 2010

Open Air Madrid

El martes 13 se inauguró en el Parque Tierno Galván de Madrid Open Air por primera vez, el mayor cine de verano del mundo, que ya se ha celebrado con éxito otros muchos países de todo el mundo, en el que se pueden ver una première, cuatro preestrenos y 7 éxitos relativamente recientes en una gigantesca pantalla de 300 metro cuadrados y con un impresionante equipo de sonido, cómodamente recostado en una de las 2000 hamacas habilitadas para la proyección. Pero, por si esto no fuera bastante, al término de la película, se puede permanecer en la zona de ocio, en la que se podrá disfrutar de música, bebidas y comida hasta las 3 de la mañana. Para toda la información sobre la programación, entradas, ect, consultar la página web.

El jueves 15 tuve la suerte de poder asistir al Open Air, al preestreno de "Mi segunda vez", lo último de Catherine Zeta-Jones, aunque realmente la película era una excusa para ver el cine, que se presentaba como uno de los eventos más importantes de los Veranos de la Villa de este año. Y desde luego, lo es: por 14,50 euros (que en un principio parece caro, pero que después de das cuenta de que realmente es barato), puedes estar allí, en uno de los parques más bonitos de Madrid, desde las 20:30, te regalan alguna cosa y te dan un 2x1 en copas y un número para un sorteo después de la peli, y ya dentro, tomando algo, o simplemente en la hamacas (no revisan los bolsos, así que también es posible entrar comida y bebida de fuera). A las 22:30 en principio empieza la película, aunque en nuestro caso empezó más tarde. El levantamiento de la pantalla se lleva a cabo con gran espectáculo, más parecido a un concierto que a un cine, y es impresionante, da igual donde estés sentado porque se ve bien desde todas partes. Momento de tumbarse en la hamaca, con bastante fresco para el verano tan caluroso que está haciendo, e incluso si durante la proyección levantas los ojos al cielo, verás que es uno de los pocos sitios de Madrid en los que claramente se ven las estrellas. Como inciso diré que la película está muy bien, empieza como la típica comedia romántica chorra con situaciones exageradas y nada creíbles, pero va mejorando hasta ser una historia realmente bonita, en gran parte gracias a las actuaciones de Catherine Zeta-Jones y Justin Bartha, que logran crear unos personajes totalmente reales y cercanos, y que dentro de las primeras situaciones inverosímiles, ellos se mantienen perfectamente contenidos, y eso contribuye a empatizar con la historia. Estoy segura que que vista en inglés ganará más aún.

Cuando acabó la película, como había que hacer el sorteo, e imagino que no querían que la gente se fuera, hicieron para mí lo peor de toda la noche: cortaron los créditos finales! Vamos, como si fuese la televisión o algo así. No lo había visto hacer jamás en un cine, y para lo sofisticado que es todo allí, quedó muy cutre, la verdad. Si tienen prisa por hacer el sorteo, que hubieran hecho como en el Festival de Cine Alemán, donde quitaban el sonido para poder empezar antes los coloquios, pero los créditos continuaban hasta el final. En fin, no me gustó nada. Después del sorteo, con premios bastante decentes (un móvil, 15 botellas de Mahou, o una estancia en un hotel), empezó la música y el baile en una explanada frente a la pantalla, con animación incluida. Muy buenos temas, acompañados por los combinados, que con el 2x1 salen a un precio muy razonable. Una recomendación: probad los mojitos, aunque no estén incluidos en el 2x1, merece la pena, son de los mejores que he probado.

En fin, que fue una gran noche, con sus defectos, claro: me gustaría que las películas fueran en V.O.S., algo que todavía le daría más categoría, así como que por supuesto dejaran los créditos enteros. Y también que las películas empezaran a su hora, no solo por la espera aburrida, sino también porque la fiesta de después de hace corta, y en el caso de películas más largas, casi no dará tiempo a nada. Pero en general, el resultado fue muy bueno, mejor de lo que esperaba, y repetiría sin dudar. Parece que todos los días está teniendo lleno absoluto, así que sería una pena que os lo perdiérais. A veces merece la pena quedarse en verano en Madrid.

domingo, 11 de julio de 2010

Saga Harry Potter, cuenta atrás: "Harry Potter y el prisionero de Azkaban (Harry Potter and the prisoner of Azkaban)"

El 19 de Noviembre se estrena en España la primera parte de la última entrega de la saga Harry Potter, "Harry Potter y las reliquias de la muertes", siguiendo la nueva estrategia comercial que se está dando en los últimos tiempos de dividir la últimas partes para conseguir mayores ingresos, si no ¿para qué va a ser? Así vemos como otras sagas de igual éxito van a hacer los mismo, como es el caso de la de "Crepúsculo". Quienes me conocen saben que soy una fiel seguidora de los libros y las películas del mago, y siempre espero con gran emoción cada nueva adaptación al cine, y aunque no todas me han resultado satisfactorias, el tono general es muy bueno. Y con motivo de la inminente llegada del final, que imagino que como a mi, a muchos les dará también pena, voy a ir escribiendo en los próximos meses mis comentarios tanto de la nueva película como de las anteriores. De momento, os dejo (pinchando en la foto superior) el espectacular tráiler de las dos partes de la última. No se si luego estarán tan bien como aparentan, pero desde luego, a mi me ha dejado con unas ganas enormes de que pasen ya estos meses y que llegue Noviembre...

No podía empezar una restrospectiva de toda la saga de Harry Potter con otra que no fuera mi favorita y, para mi, la mejor de las 6 que se han estrenado hasta la fecha: "Harry Potter y el prisionero de Azkaban". Recuerdo cuando hace 6 años mi hermano y yo, desconfiados por la elección de Alfonso Cuarón como nuevo director, fuimos a verla por primera vez. Las dos anteriores, dirigidas por Chris Colombus, eran productos de entretenimientos más infantiles, que es su día me gustaron, pero que, al igual que ocurre con los libros, vistas con el tiempo, son muy inferiores en lo que a trama y a guión se refiere. Es algo normal, la historia empieza cuando son niños, y en esta tercera parte, se empieza a dejar claro que ya no lo son, que son adolescentes, y por tanto, se necesita una nueva manera de contar la historia. Aún así, acostumbrada al estilo de Colombus, no veía cómo Cuarón iba a ser capaz de llevar a buen puerto una empresa tan complicada como esta. Pero vaya si lo hizo: 6 años después, aún me acuerdo claramente de lo impresionada que salí del cine, impresión que aún me dura cada vez que vuelvo a ver de nuevo la película. Y es que Cuarón consigue que no se pierda en absoluto la magia de la historia, pero le da a todo el conjunto un carácter más adulto y oscuro, así como realista y cercano, que las anteriores no tenían, y que las posteriores han tratado de recuperar, pero que sólo ha conseguido hacerlo en menor medida "Harry Potter y la órden del fénix". La película tiene emoción, aventuras, suspense, risas, y incluso momentos que pueden recordar a una auténtica película de terror, como la escena de los dementores en el tren, o la de la predicción de la profesora Trelawney. Sin dejar de lado escenas espectaculares, como la del vuelo del hipogrifo, la del partido de quidditch, o la del Patronus, por decir unas pocas, también podemos disfrutar de escenas intimistas, remarcada por un guión muy superior al de las anteriores, que estaban demasiado pendientes de ser iguales que los libros. En esta, hay mucha mayor libertad, y las licencias que se toma con respecto al libro no defraudan, ni mucho menos, a los seguidores, sino que sirven para admirar la gran adaptación que se hace. La utilización reiterada de técnicas como el fundido en negro no se hacen cargantes ni de manera simplemente extética como ocurre en otras películas, sino que tienen un sentido dentro del argumento. Injustísima fue su falta de nominación al Oscar a la mejor fotografía, que es de lo mejor de la cinta, oscura y tenebrista, con un juego magistral de luces y sombras, que ya se han podido ver en otras películas de Cuarón como "Hijos de los hombres".

Otro punto a favor de la película es la elección del reparto, empezando por los tres jóvenes protagonistas, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, quienes aquí están ya bastante crecidos y empiezan a dar muestras de que se pueden convertir en tres grandes actores (si consiguen despegarse algún día de sus papeles en esta saga, claro). Pero sobre todo destaca todo el plantel de actores ingleses secundarios que les acompaña, empezando por Michael Gambon, que tuvo que sustituir al fallecido Richard Harris, dando vida a un Albus Dumbledore muy diferentes, menos clásico, más moderno y quizás más cercano al que nos podemos imaginar leyendo el libro. Debilidad siento especialmente por Gary Oldman, porque no sólo es un actor que me encanta, sino que interpreta a mi personaje favorito, Sirius Black, siendo ya incapaz de imaginarlo de otra manera. También estupendo está David Thewlis haciendo de Remus Lupin, otro de mis personajes favoritos. Timothy Spall da muy bien el tipo de Peter Pettigrew, pero puede que quien más me guste de todos sea Emma Thompson, que está simplemente perfecta como la profesora Trelawney, es exactamente igual a como la imaginaba al leer los libros, y además uno de los personajes más divertidos. Por lo demás, también están geniales los demás secundarios habituales en todas las películas, especialmente el gran Alan Rickman, que ES literalmente Severus Snape, y que en esta película está particularmente inspirado.

Pero, de una película en la que me gusta casi todo, lo mejor sea la banda sonora de John Williams. En su día, sin apenas saber nada de música para el cine, ya me encantó, pero cada vez que la vuelvo a escuchar y a verla unida a la historia, me asombra más la labor que llevó a cabo el compositor. Sin dejar de lado el ya mítico tema principal, que parece que las últimas entregas se está olvidando, compone toda una serie de temas, a cada cual más espectacular, que beben de distintas fuentes, desde los valses más clásicos (en el momento en que Harry hincha a la tía Marge) a lo más moderno con influencias del jazz (el autobus nocturno) y de la música clásica contemporánea (la disonancias de la escena de los dementores en el tren). La música ayuda tanto a crear tensión (como en la mencionada escena del tren, o en la del pasillo a oscuras), cómo a emocionar, en escenas como la de la despedida de Harry y Sirius. Pero yo sin duda me quedo con lo momentos de "Buckbeak's flight", de lo mejor que se ha hecho en toda la saga, y "A window to the past". Sin dejar de lado su particular estilo, y su gusto por la grandiosa música orquestal, creo que esta es una de sus bandas sonoras más ricas y variadas.

Se me puede acusar de ser imparcial, de ver más en esta película que de lo que tiene, pero no lo puedo evitar, a mi me encanta y no la voy a poner mal sólo por ser cine más comercial. Aún así, como iréis viendo, con las demás cintas iré siendo más crítica, y cuando tenga que resaltar los aspectos negativos, lo haré sin ningún problema. De modo en que los próximos 4 meses y poco, como he dicho, comentaré el resto y más cositas de las que me vaya enterando. Hasta la próxima!!!!

lunes, 5 de julio de 2010

Expiación (Atonement)

Hay veces que revisionas películas que viste hace años y que en su día no te marcaron, pero que cuando las ves de nuevo, ves las joyas cinematográficas que son, y que entonces no valoraste. Uno de los ejemplos más claros me pasó con "American Beauty", que vi con 14 años cuando la estrenaron y que, a pesar de sus buenas críticas y de sus Oscars, no me gustó (sólo Kevin Spacey, uno de mis actores favoritos desde entonces), y que no volví a ver hasta hace un par de años, y me dejó impresionada, descubrí entonces la gran película que y que yo en su día no supe ver. Pero claro, de los 14 a los 22 años hay un mundo, y es normal que la entendiera y la supiera valorar más siendo más mayor. Pero con la película que voy a comentar, "Expiación", el caso es distinto, ya que la vi hace sólo 2 años y medio, y me impresiona cómo ha cambiado mi percepción y mi forma de ver cine en tan poco tiempo. Cuando la vi por primera vez, a principios del 2008, fue porque había recibido muy buenas críticas y ademas era una de las firmes candidatas a estar nominada en los Oscar (finalmente, así fue). Y me gustó, no voy a decir que no, pero me pareció fría y algo pesada y pretenciosa, arrastrando demasiado el peso del libro en el que está basada. Reconocía que estaba bien hecha e interpretada, y hubo alguna escena que me marcó y que aún recordaba claramente, pero me esperaba más. Anoche, sin embargo, volví a verla y mis sensaciones fueron totalmente distintas: me pase toda la película sobrecogida, impresionada por cada plano y cada escena, sorprendida de cómo no pude ver en su día lo que ahora veo claramente, que esta película inglesa es una maravilla en todos sus aspectos, una lección de hacer buen cine, o mejor, gran cine. No es en absoluto fría, sino, más bien, muy inglesa, es decir, muy contenida, con muy poco arranques de emoción desbordada por parte de los personajes, y tal vez sea eso lo que en su día confundí con frialdad, pero que no es así en absoluto, sino que logra transmitir emoción y pasión sin recurrir exageraciones innecesarias. Ya digo que la película tuvo un considerable éxito de crítica y de premios (entre otros, el Bafta y el Globo de Oro), aunque finalmente, de sus 7 nominaciones a los Oscar, sólo logró hacerse con uno. Una lástima para la mejor película de un año en el que los Oscar fueron, para mi, de los peores y con menos interés de los últimos tiempos.

Basada en la novela de Ian McEwan, la historia se desarrolla en la Inglaterra de los años 30, cuando en casa de la familia Tallis se va a celebrar una cena importante con motivo de la llegada del hijo mayor y de un amigo suyo. Las dos hermanas de la familia, la pequeña Briony, y la mayor Cecilia, están enamoradas de Robbie, un chico pobre pero que es el protegido del padre de la familia Tallis. Una sucesión de malentendidos que ocurren ese día, así como en parte por los celos que Briony siente de la relación que empieza a surgir entre Cecilia y Robbie, harán que éste termine en cárcel, truncando así el futuro de todos. El británico Joe Wright, que había debutado un par de años antes con "Orgullo y prejuicio" (a la cual le debo también una revisión), fue el encargado de llevar a la gran pantalla un libro muy difícil de adaptar, pero lo consiguió con éxito. La película está asombrosamente dirigida, con un exquisito buen gusto, con el que hasta las escenas más duras no resultan tan desagradables. Tiene momentos absolutamente magistrales que deberían quedar para siempre destacados en la historia del cine, como el larguísimo plano-secuencia de minutos en la playa de Dunkirk, el cual ojalá Hitchcock pudiera levantar la cabeza para verlo. A pesar de todo, Wright no fue nominado al Oscar, lo que dejó a la película prácticamente fuera de las quinielas de los Oscar (ya se sabe que la película que no comparte nominación a película y al director, no tiene apenas posibilidades de ganar el premio), saliendo beneficiado de la exclusión Wright en las nominaciones Julian Schnabel por "La escafandra y la mariposa". Para mí, ninguno de los dos debería sustituír al otro, ya que hacen ambos hacieron dos de los mejores trabajos de su año, y sin embargo, me parecieron excesivas las nominaciones de Jason Reitman por "Juno", una buena película pero a todas luces menor en comparación con las otras dos, y la de Tony Gilroy por "Michael Clayton".


El guión, en el que ninguna frase tiene desperdicio, sí que delata un poco su procedencia literaria, de la cual la película no puede librarse, pero no es un lastre demasiado pesado. El montaje también es otro de los puntos más fuertes de la película, que nos presenta rewinds, escenas paralelas, flashbacks y flashforwards, que pueden parecer complicados, pero que el espectador comprende y sigue sin ninguna dificultad, y sin sentir que desentonen o que corten el ritmo de la historia, y que además nos ayuda a ver alguna escenas desde distintos puntos de vista, lo cual las hace aún más interesantes. El montaje está también en perfecta coordinación con la banda sonora (de la que hablaremos enseguida), un ejercicio de estilo como pocas veces he visto en el cine.

Con todo un reparto de lujo de actores británicos, para mi el peso de toda la película lo lleva un James McAvoy en estado de gracia. Uno de los mejores actores actuales sin duda, tengo la esperanza de que en cualquier momento despunte definitivamente y se deje de considerarle un actor "nuevo" o "revelación", algo que le ha robado una más que merecida nominación al Oscar en varias ocasiones: la primera, por "El último rey de Escocia", en la que, más que Forest Whitaker, él era el verdadero protagonista; la segunda, por esta película, su mejor papel hasta la fecha; y tal vez este año podría haberse llevado otra por "La última estación", ya que sus compañeros de reparto, Helen Mirren y Christopher Plummer estuvieron nominados, y de nuevo es él el verdadero protagonista. En "Expiación" compone un personaje complejo y maduro, con el que por fin deja de parecer un crío. En cuanto a Keira Knightley, ya hacía algún tiempo que empezaba a demostrar que, a parte de una cara bonita, es también una actriz estupenda, y aquí volvió a quedar claro. Fantásticas están también las tres actrices que interpretan a Briony Tallis en tres etapas de su vida: con 13 años, Saoirse Rornan, única americana de los protagonistas y además única nominada al Oscar y una de las jóvenes promesas del cine actual; con 18 años, Romola Garai, la menos conocida pero muy buena actriz inglesa a la que yo descubrí en "Bailo por dentro" (donde también actuaba James McAvoy) y "Amazing Grace"; y por último, ya anciana, la gran Vanessa Redgrave, que en sólo unos minutos de aparación, se come la pantalla. Pero lo cierto es que la película también tiene todo un plantel de secundarios de lujo que bordan sus papeles, como Brenda Blethyn, Harriet Walter, Juno Temple, Benedict Cuberbatch, Daniel Mays, Gina McKee o Michelle Duncan.

Técnicamente, la película es deslumbrante: la fotografía nos regala escenas preciosas y es muy hábil a la hora de iluminar las escenas, mucho más luminosas al principio, más oscuras según se anuncia la tragedia, o completamente grises en las escenas de guerra, o momentos como en el que Robbie mira las postales a la luz de una cerilla, o Briony va andando por el hospital y las lámparas se encienden a su paso. La dirección artística y el vestuario están pulcramente cuidados en todos sus detalles (recordamos que el vestido verde que luce Keira Knightley se ha convertido en un icono, ya que fue elegido el mejor traje de la historia del cine). Pero puede que lo mejor de la película sea la increíble banda sonora de Dario Marianelli, que realiza aquí su mejor trabajo hasta la fecha, y que se llevó un más que merecido Oscar. La forma de componer uno de los temas principales, a partir del tecleo de una máquina de escribir, es ya mítica. También la escena de nuevo de la playa de Dunkirk, tal vez la mejor de la película, está acompañada de una manera extraordinaria de combinar la música extradiegética con la diegética del himno que cantan los soldados. Esta combinación se hace en otros momentos de la película, siempre muy habilmente. No es sólo que todos los temas sean melódicos y muy bellos, sino que además se adaptan a la perfección a la necesidades de la película. Me tendré que informar, pero no me extrañaría nada que director, montador y compositor trabajaran juntos, porque si no no me explico un resultado tan perfectamente medido.

Me hubiese gustado hacer un comentario mucho más extenso, pero al fin y al cabo esto no es una tesis, y me llevaría mucha investigación, aunque no descarto hacerlo algún día. Sólo puedo recomendaros fervientemente que, si aún no la habeis visto, lo hagais en cuanto podais. Yo me alegro enormemente de haberme decidido a verla otra vez, fue una sorpresa aún mayor que si la hubiera visto por primera vez. Es sencillamente preciosa, no solo por su historia sino también por la manera en la que está realizada, que para mi roza la perfección en muchísimos aspectos. Como ya he dicho otras veces, no hay nada que me gusta más que ver grandes películas como esta, que no hacen más que recordarme por qué me dedico a estudiar cine. Una de las mejores películas de los últimos años que nadie debería perderse. Espero que el tiempo la convierta en el clásico que merece ser.

jueves, 10 de junio de 2010

10 canciones del cine alemán

Aquí os dejo una selección de las que, a mi parecer, son 10 de las mejores canciones que se pueden escuchar en las bandas sonoras del cine alemán actual, aunque por supuesto se quedan fuera muchísimas. Las hay en diversos idiomas, inglés, alemán, italiano, e incluso turco, de muy diferentes estilos, algunas más comerciales, otras de artistas más míticos, algunos desconocidos para la mayoría, y para mi antes de verlas... Hay un poco de todo, y esta variedad con la del cine alemán. Espero que os gusten y que las disfruteis.

1. "Life's what you make it", Zinoba, de "Contra la pared" (Gegen die Wand, Fatih Akin, 2004).

2. "Blonde on blonde", Nada Surf, de "Tormenta de verano" (Sommersturm, Marco Kreuzpaintner, 2004).

3. "Anthem", Deep Purple, de "Réquiem. El exorcismo de Micaela" (Requiem, Hans-Christian Schmid, 2006).

4. "What a difference a day makes", Dinah Washington, de "Corre, Lola, corre" (Lola rennt, Tom Tykwer, 1998).

5. "Was dich so verändert hat", Jan Plewka, de "La ola" (Die Welle, Dennis Gansel, 2008).

6. "Ben seni sevdigimi", Kazim Koyuncu & Sevval Sam, de "Al otro lado" (Auf der anderen Seite, Fatih Akin, 2007).

7. "Via con me", Paolo Conte, de "Deliciosa Martha" (Bella Martha, Sandra Nettelbeck, 2001).

8. "Wilkommen", Rosenstolz, de "Tormenta de verano" (Sommersturm, Marco Kreuzpaintner, 2004)

9. "Apologize", Timbaland ft. One Republic, de "Un conejo sin orejas" (Keinohrhasen, Til Schweiger, 2007)

10. "Krieger des Lichts", Silbermond, de "Friendship!" (Markus Goller, 2010)

Como veis, Fatih Akin sigue siendo el primero de la lista, no sólo porque sienta debilidad por él, sino porque es uno de los directores que más se preocupa por la música en sus películas, razón por la cual hay dos de ellas en la lista. También está dos veces "Tormenta de verano", cuya banda sonora, tanto las canciones como la música original de Niki Reiser, es de lo mejor que se ha hecho en los últimos años. Además, y sin que sirva de precedente, incluyo una del para mi infame Til Schweiger, que suele escoger muy buenos temas para sus películas, pero los cuales están fatal utilizados (lo que cuenta la canción no concuerda con lo que está pasando), todo lo contrario de lo que le pasa a Fatih Akin. Pero esta canción, aún con el mismo defecto, destaca por sonar en una escena en la que salen muchos personajes importantes del mundo del cine alemán actual. Y además la canción en preciosa.

Bueno, quizás algún día no muy lejano me anime a hacer lo mismo pero con bandas sonoras originales. ¡Hasta la próxima!

miércoles, 9 de junio de 2010

Cine a 2 euros: "Que se mueran los feos" y "The Crazies"

¿Qué mejor manera de pasar un horrible día de frío y lluvia, que aprovechar la maravillosa iniciativa que se ha llevado a cabo en Madrid de poner, durante 3 días, el precio del cine a 2 euros? Lástima que esto no haya ocurrido en la época de los Oscar, sino en Junio, el peor mes (con permiso de Mayo) de estrenos de lo que llevamos de año. Así las cosas, aunque no es cuestión de perder la oportunidad de ver dos películas en cine en el mismo días por solo 4 euros, no es cuestión de ponerse muy exigente a la hora de escoger las películas, porque si lo haces no sales de casa. Y de este modo, tu pensamiento es: "Voy a ver lo que sea, si me gusta, bienvenido sea, si no, pues por lo menos ha sido barato". Con esta idea, he ido hoy dispuesta a pasar una tarde de cine intensa (acostumbrada ya como estoy, desde el Festival de Cine Alemán, a ver dos y tres películas en cine al día).

La primera que he visto ha sido la española "Que se mueran los feos", que en su día me llamó la atención cuando la estrenaron, pero que ya no esperaba ver en cine, y he salido bastante satisfecha. Es una comedia muy "a la española", pero sin ser una "españolada" como les ocurre a muchas películas españolas de este género. La historia de Eliseo (brillante Javier Cámara), el feo del título, buena persona que busca desesperadamente el amor, y que finalmente lo encuentra en su cuñada, es divertida y tierna a partes iguales. El director, Nacho G. Velilla, ya me había sorprendido gratamente con su primera película, "Fuera de carta", pero en esta lima las asperezas que tenía la otra, y, si bien el ritmo y el buen humor se mantienen, los detalles algo soeces y su proveniencia de la televisión aquí quedan mucho más ocultos, demostrando que, aunque no sea una obra maestra, su estilo está madurando. La película tiene puntos de humor realmente buenos, culminando con la escena final del protagonista cantando "Eres tú" desde el escenario, que, aunque pueda parecer algo exagerada y poco realista, es, junto a la del striptease de "Friendship!", de las más divertidas que he visto en mucho tiempo. En cuanto a los actores, están todos estupendos, empezando por Javier Cámara y Carmen Machi, pasando por unos divertidísimos Hugo Silva y Tristán Ulloa, en un cambio de registro muy distinto a lo que nos tienen acostumbrados, para acabar con el siempre grande Juan Diego. La música original de Juanjo Javierre, premiada es el festival de Málaga, es también de lo mejor de la película. Total, una película que te da lo que te esperas, y quizás incluso un poco más: pasas un muy buen rato y te ríes a gusto, sin necesidad de recurrir al humor grueso y a situaciones excesivamente surrealistas. Bastante recomendable

Pero, cuando no hay mucho que elegir, es difícil que tengas la suerte de que dos películas te salgan bien, y, tras una merienda y una visita a la Fnac (mi perdición), he visto "The Crazies", no por voluntad ni por elección propia, sino acompañando a alguien que sí la quería ver. La película vuelve a contarnos, una vez más, la destrucción del género humano, en este caso debido a un virus que se transmite por el agua y que vuelve locos a quienes se contagian. Pero da igual que sea por esto, por extraterrestres, o por lo que sea, las películas sobre la destrucción de la humanidad no me gustan nada, y procuro evitarlas lo más posible. Aún así, a pesar de mi desconfianza inicial, la película tiene unos 10 o 15 primeros minutos bastante prometedores, que me han hecho incluso llegar a esperarme algo más. Pero no, no nos engañemos. Sin llegar a ser horriblemente mala, "The Crazies" es una película horriblemente previsible, plagada de tópicos y de sustos baratos, lo que hace que finalmente se pierda todo el interés por todo lo que pasa y llegue a aburrir. Pasado el principio, no es más que una sucesión de huidas, en las que cada encuentro con los "zombies" son más repetitivos, llegando a haber situaciones prácticamente iguales en distintas escenas, los cual demuestra la falta de guión. La dirección no es mala, la película no está mal hecha, simplemente, no arriesga en nada, no transmite nada, sólo un afán por dar ridículos sustos que ya te esperas un siglo antes de que pasen porque los has visto mil veces en otras películas (la tipíquisima escena del ojo en la cerradura), sin llegar a crear en ningún momento suspense real. Bastante penosas me han parecido las escenas del forense, la del cuarto del bebé, y la de el lavacoches (¿?). En cuanto a los actores, el único que destaca un poco Joe Anderson, los dos protagonistas, el desconocido para mi Timothy Olyphant, y Radha Mitchell, que se pasa la peli dando gritos, parece que están ahí por estar. Lo que más se puede decir en su favor es que no es una película gore ni truculenta, que se regodee en la sangre y en lo desagradable, aunque no se si se puede considerar un mérito o un aspecto más de su frialdad y su nulo interés por arriesgar en nada. En fin, una película que no aporta nada a un género que, de por si, tiene más bien poco interés para mi. Podría haber pasado perfectamente sin verla.

Aún así, la oferta del cine a 2 euros me parece una gran idea, y parece que se va a repetir a finales de este mes. Sería genial si, como ya he dicho, los estrenos de Junio no dejaran bastante que desear. Sin embargo, hay algo apetecible, aunque algunas interesantes como "El retrato de Dorian Gray" o "The blind side", ya me adelanté, a riesgo más que probable de que no se estrenaran en España, y las vi, pero hay otras como "The last station" y la alemana "Entre nosotros", que espero poder ver cuanto antes. Y no, no espero con ansia el estreno de "Eclipse". Así estamos, y no parece que el verano vaya a traer mejores películas. Habrá que esperar al otoño...