domingo, 11 de julio de 2010

Saga Harry Potter, cuenta atrás: "Harry Potter y el prisionero de Azkaban (Harry Potter and the prisoner of Azkaban)"

El 19 de Noviembre se estrena en España la primera parte de la última entrega de la saga Harry Potter, "Harry Potter y las reliquias de la muertes", siguiendo la nueva estrategia comercial que se está dando en los últimos tiempos de dividir la últimas partes para conseguir mayores ingresos, si no ¿para qué va a ser? Así vemos como otras sagas de igual éxito van a hacer los mismo, como es el caso de la de "Crepúsculo". Quienes me conocen saben que soy una fiel seguidora de los libros y las películas del mago, y siempre espero con gran emoción cada nueva adaptación al cine, y aunque no todas me han resultado satisfactorias, el tono general es muy bueno. Y con motivo de la inminente llegada del final, que imagino que como a mi, a muchos les dará también pena, voy a ir escribiendo en los próximos meses mis comentarios tanto de la nueva película como de las anteriores. De momento, os dejo (pinchando en la foto superior) el espectacular tráiler de las dos partes de la última. No se si luego estarán tan bien como aparentan, pero desde luego, a mi me ha dejado con unas ganas enormes de que pasen ya estos meses y que llegue Noviembre...

No podía empezar una restrospectiva de toda la saga de Harry Potter con otra que no fuera mi favorita y, para mi, la mejor de las 6 que se han estrenado hasta la fecha: "Harry Potter y el prisionero de Azkaban". Recuerdo cuando hace 6 años mi hermano y yo, desconfiados por la elección de Alfonso Cuarón como nuevo director, fuimos a verla por primera vez. Las dos anteriores, dirigidas por Chris Colombus, eran productos de entretenimientos más infantiles, que es su día me gustaron, pero que, al igual que ocurre con los libros, vistas con el tiempo, son muy inferiores en lo que a trama y a guión se refiere. Es algo normal, la historia empieza cuando son niños, y en esta tercera parte, se empieza a dejar claro que ya no lo son, que son adolescentes, y por tanto, se necesita una nueva manera de contar la historia. Aún así, acostumbrada al estilo de Colombus, no veía cómo Cuarón iba a ser capaz de llevar a buen puerto una empresa tan complicada como esta. Pero vaya si lo hizo: 6 años después, aún me acuerdo claramente de lo impresionada que salí del cine, impresión que aún me dura cada vez que vuelvo a ver de nuevo la película. Y es que Cuarón consigue que no se pierda en absoluto la magia de la historia, pero le da a todo el conjunto un carácter más adulto y oscuro, así como realista y cercano, que las anteriores no tenían, y que las posteriores han tratado de recuperar, pero que sólo ha conseguido hacerlo en menor medida "Harry Potter y la órden del fénix". La película tiene emoción, aventuras, suspense, risas, y incluso momentos que pueden recordar a una auténtica película de terror, como la escena de los dementores en el tren, o la de la predicción de la profesora Trelawney. Sin dejar de lado escenas espectaculares, como la del vuelo del hipogrifo, la del partido de quidditch, o la del Patronus, por decir unas pocas, también podemos disfrutar de escenas intimistas, remarcada por un guión muy superior al de las anteriores, que estaban demasiado pendientes de ser iguales que los libros. En esta, hay mucha mayor libertad, y las licencias que se toma con respecto al libro no defraudan, ni mucho menos, a los seguidores, sino que sirven para admirar la gran adaptación que se hace. La utilización reiterada de técnicas como el fundido en negro no se hacen cargantes ni de manera simplemente extética como ocurre en otras películas, sino que tienen un sentido dentro del argumento. Injustísima fue su falta de nominación al Oscar a la mejor fotografía, que es de lo mejor de la cinta, oscura y tenebrista, con un juego magistral de luces y sombras, que ya se han podido ver en otras películas de Cuarón como "Hijos de los hombres".

Otro punto a favor de la película es la elección del reparto, empezando por los tres jóvenes protagonistas, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, quienes aquí están ya bastante crecidos y empiezan a dar muestras de que se pueden convertir en tres grandes actores (si consiguen despegarse algún día de sus papeles en esta saga, claro). Pero sobre todo destaca todo el plantel de actores ingleses secundarios que les acompaña, empezando por Michael Gambon, que tuvo que sustituir al fallecido Richard Harris, dando vida a un Albus Dumbledore muy diferentes, menos clásico, más moderno y quizás más cercano al que nos podemos imaginar leyendo el libro. Debilidad siento especialmente por Gary Oldman, porque no sólo es un actor que me encanta, sino que interpreta a mi personaje favorito, Sirius Black, siendo ya incapaz de imaginarlo de otra manera. También estupendo está David Thewlis haciendo de Remus Lupin, otro de mis personajes favoritos. Timothy Spall da muy bien el tipo de Peter Pettigrew, pero puede que quien más me guste de todos sea Emma Thompson, que está simplemente perfecta como la profesora Trelawney, es exactamente igual a como la imaginaba al leer los libros, y además uno de los personajes más divertidos. Por lo demás, también están geniales los demás secundarios habituales en todas las películas, especialmente el gran Alan Rickman, que ES literalmente Severus Snape, y que en esta película está particularmente inspirado.

Pero, de una película en la que me gusta casi todo, lo mejor sea la banda sonora de John Williams. En su día, sin apenas saber nada de música para el cine, ya me encantó, pero cada vez que la vuelvo a escuchar y a verla unida a la historia, me asombra más la labor que llevó a cabo el compositor. Sin dejar de lado el ya mítico tema principal, que parece que las últimas entregas se está olvidando, compone toda una serie de temas, a cada cual más espectacular, que beben de distintas fuentes, desde los valses más clásicos (en el momento en que Harry hincha a la tía Marge) a lo más moderno con influencias del jazz (el autobus nocturno) y de la música clásica contemporánea (la disonancias de la escena de los dementores en el tren). La música ayuda tanto a crear tensión (como en la mencionada escena del tren, o en la del pasillo a oscuras), cómo a emocionar, en escenas como la de la despedida de Harry y Sirius. Pero yo sin duda me quedo con lo momentos de "Buckbeak's flight", de lo mejor que se ha hecho en toda la saga, y "A window to the past". Sin dejar de lado su particular estilo, y su gusto por la grandiosa música orquestal, creo que esta es una de sus bandas sonoras más ricas y variadas.

Se me puede acusar de ser imparcial, de ver más en esta película que de lo que tiene, pero no lo puedo evitar, a mi me encanta y no la voy a poner mal sólo por ser cine más comercial. Aún así, como iréis viendo, con las demás cintas iré siendo más crítica, y cuando tenga que resaltar los aspectos negativos, lo haré sin ningún problema. De modo en que los próximos 4 meses y poco, como he dicho, comentaré el resto y más cositas de las que me vaya enterando. Hasta la próxima!!!!

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