lunes, 1 de febrero de 2010

Camino de los Oscar: An education

Estrenamos mes con inminentes nominaciones (mañana por fín), y hablando de la película que más me ha gustado en los últimos meses, por fin una que me parece digna de competir y además me gusta el tema y el estilo que tiene; estaba esperándola (no era posible que fuera un año tan sumamente simple), y por fin aquí está: es la inglesa "An education" (aún no tengo claro si en España se llamará "Una educación", aunque para eso me parece una rematada tontería no dejarlo como está) y quizás me adelanto anunciándola como una de las nominadas a la mejor película, pero he leido que tiene bastantes posibilidades, más siendo la favorita de los Bafta, y haberse llevado premios importantes en el Festival del Sundance del 2009 (algo que también ocurrió con otra de las favoritas, "Precious", así que ya sabemos como tiran en los últimos años las independientes), esperemos que sea verdad porque tiene igual derecho o más que otras para estar. De todos modos, su presencia en los Oscar será segura aunque solo sea porque tiene una nominación asegurada, la de la mejor actriz para Carey Mulligan, que es la auténtica revelación de la película. La historia, basada en un libro autobiográfico de Lynn Barber, nos sitúa en Inglaterra en los 60 y cuenta la historia de una chica de 16 años, estudiosa, muy madura y culta para su edad, enamorada de todo lo que tenga que ver con Francia, en oposición a su propio país, que sueña con ir a la universidad de Oxford, alentada por sus padres. Pero todo cambia cuando se enamora de un hombre de más de 30 años, que la enseñará un mundo hasta entonces desconocido para ella y que le hará replantearse todo su presente y su futuro.

La danesa Lone Scherfig es una de las directoras a las que más sigo desde que hace años me enamorara, al igual que a medio mundo, con esa maravillosa película que es "Italiano para principiantes", cuyo mérito, entre otras cosas, fue conseguir acercar a todo el mundo el movimiento Dogma, que normalmente eran películas difíciles destinadas a una determinada minoría. Después de este éxito, Scherfig rodó su primera película en Inglaterra, la no menos brillante "Wilbur se quiere suicidar", la cual, según imdb, ella considera su trabajo más completo. Después de volver a Dinamarca para hacer otra película allí, la directora vuelve a Inglaterra y nos presenta otra historia de su estilo, bonita y con muy buen gusto, elegante y agradable, que eso ya es mucho decir, aunque esta vez con más trasfondo (la situación del país y de las jóvenes en esos años, que podían estudiar pero que en el fondo se quería de ellas lo mismo de siempre, que buscaran un buen marido y se casaran).

La historia, como hemos visto, no cuenta nada nuevo, sin embargo, la directora sabe darle un toque original, especialmente en el hecho de que no haya nada morboso en la relación entre una joven y un hombre, al estilo "Lolita"; como digo, aquí todo está tratado con gusto y sin groserías. Muy inglés todo. No por ello es una película fría, tiene momentos divertidos, y momentos en los que llegó a emocionarme de verdad. Tampoco surjen entre los protagonistas los típicos conflictos culturales y generacionales, sino que se adaptan muy bien el uno al otro y la relación va adelante sin mayores problemas, ni siquiera la típica y mil veces vista oposición de los padres, que hubiese sido lo esperable; más bien, ellos se muestran encantados con que su hija esté con un hombre mayor y sensato que ya tiene la vida asegurada. En teoría. Direis, qué bonito todo, entonces, ¿dónde está la historia, la trama de esta película? ¿Nos encontramos ante otra "Mi gran boda griega"? Bueno, no digo nada, simplemente que esto es la vida, no un cuento de hadas, y si quereis ver lo que pasa, tendreis que verla.

Ya he dicho antes que la casi desconocida actriz británica Carey Mulligan (aunque con trayectoria ya a sus espaldas, hace justo un mes estrenó en nuestro país "El mejor"), está siendo la gran baza de esta película en todos los premios: pase por donde pase, su nominación a la mejor actriz es segura. Y la verdad es que borda su papel de chica de 16 años que juega a ser mayor y que sufrirá las consecuencias. En un principio, parece una interpretación más ligera de lo que es, ya que su personaje va sufriendo una evolución y lleva sobre sus hombros todo el peso de la película. Mulligan es un verdadero descubrimiento, y ya se dice que puede ser la nueva Audrey Hepburn, y bueno, como Audrey no hay nadie, pero sí que en las escenas de París a mi me recordó muchísimo a ella y a sus películas antes de leerlo. A su lado, el normalmente muy buen actor y guapo Peter Sarsgaard queda ensombrecido, ya que inexplicablemente ni está guapo ni acaba de convencer con su papel; no digo que esté mal, tiene buenos momentos, pero ni por asomo le da al personaje lo que necesita, ni vemos las brillantes actuaciones que ha tenido otras veces (ese papelón en "El precio de la verdad"). Es el único que desentona en un conjunto de actores en el que todos está geniales, desde Mulligan a todos los secundarios, destacando a Alfred Molina, estupendo como el padre (hay más que rumores sobre su más que probable nominación), Rosamund Pike, muy divertida como la novia tonta del amigo del protagonista, u Olivia Williams, en un papel muy distinto al que estamos acostumbrados a verla y que salva muy bien. También destacan los cameos de Emma Thompson y Sally Hawkins.

La película consigue a veces trasladarnos a las antiguas películas clásicas de los años 60, en momentos como he dicho antes en el que se van a París, simplemente delicioso, y, como he dicho antes, como si estuviesemos viendo a Audry Hepburn en uno de sus papeles y no una película moderna. La directora nos traslada de manera estupenda a la época a través de la música (fantástica banda sonora), el vestuario y la ambientación.

Una recomendación: ver los créditos del final, completos; la canción que suena, "Smoke without fire", de Duffy, es buenísima! Y además la letra es perfecta para la película. Así que para mi, una peli que merece la pena ser vista de principio a fin, y varias veces además. Otra historia que por fin nos cuenta la verdad sobre las relaciones, sin por ello tener que ser negativa ni falsa (como le ocurría, por ejemplo, a "(500) Días juntos", firme candidata, por cierto, al mejor guión). Me ha encantado, pero habrá que esperar a mañana para saber si la Academia piensa lo mismo que yo. Crucemos los dedos. De momento, nos vemos mañana con las nominaciones. Bis Morgen!

Próximamente: nominaciones de los Oscar
Próximamente: "Invictus"

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