viernes, 12 de junio de 2009

Hace un año en invierno (Im Winter ein Jahr)

Hace ya una semana que vi esta película en el 11º Festival de Cine Alemán, del que ya hablé en su día, y tenía muchas ganas de comentarla, aunque hasta ahora no había podido. Para empezar, ese es el título que le han puesto espero que provisionalmente para el Festival, porque aunque realmente es la traducción literal del título original, pero para mi gusto traducido no es nada atrayente, aunque reconozco que también me da miedo decir que lo cambién, porque se suelen hacer auténticos destrozos en este país cuando nos da por inventarnos títulos, y el cine alemán no es una excepción (no hay más que ver el recientemente espantoso "R.A.F. Facción del ejército rojo" que incitaba a cualquier cosa menos al entretenimiento). Soy una firme defensora de los títulos originales y en su idioma, si son en alemán como si son en chino, y yo a esta película le dejaría su "Im Winter ein Jahr", que es lo que mejor se puede hacer.

Bueno, entrando ya en materia, mis expectativas eran altas teniendo en cuenta que la anterior película de su directora, "En un lugar de África", me había encantado. Y desde luego, no me decepcionó en absoluto. La historia gira en tornos a tres personajes: una madre que le encarga a un pintor que realize un cuadros de sus dos hijos, uno de ellos fallecido el año anterior, la hija bailarina desencantada con su vida y con todo lo que hace, y el pintor que realiza la obra, también con sus propios problemas personales. He leído por ahí que la película se centraba en como la hija iba viendo que su familia se desmoronaba tras la muerte de su hermano, pero yo no creo eso en absoluto; me parece que cuando empieza la película la familia ya está desmoronado, y lo que ocurre durante la película es que se van arreglando, poco a poco y como mejor pueden. Reconozco que un argumento así me daba un poco de miedo porque había leído que la directora quería rodar la película en Norteamérica, y películas americanas con esos argumentos suelen ser dramones pesados y lacrimógenos que se hacen insufribles, pero por suerte al final se quedó en Alemania y lo que nos queda es una historia realista, sencilla, y muy muy bonita y agradable de ver.

El personaje protagonista es el de la hija, Lilli (muy bien interpretada por Karoline Herfurth; la escena en la que su baile y el derrumbamiento de la madre se entrecruzan en sensacional), personaje con el cual me sentí muy identificadam que se siente siempre a la sombra de su hermano, y que poco a poco va destruyendo su vida sin darse cuenta. Su relación con el pintor comienza a tornarse en amistad, o algo parecido al... ¿amor?, que recuerda mucho a "Lost in Traslation", sobre en las escenas de ambas películas en las que las parejas se despiden.

En fin, muy buenas actuaciones, buen guión incluso con algún momento de risa, espléndida fotografía y música muy interesante, tanto la adaptada como la original, que recuerda a veces a las de Gustavo Santaolalla. Así que una película muy buena y muy interesante de ver, pero que probablemente pasará desapercibida para la mayoría de la gente cuando la estrenen, seguramente dentro de dos o tres años, eso si la estrenan, pero espero que por lo menos este blog despierte en algunas personas el interés por verla, aunque sean unas pocas. Con eso ya me conformo.

2 comentarios:

  1. yo la vi ayer, me encantò como dices sencilla pero triste, me llegò profundamente...

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  2. ¿Dónde puedo verla? Ya tengo rato buscándola y nada :/

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