Antes que nada tengo que decir que, aunque no soy una fan absoluta de las películas de Almodóvar, tampoco le aborrezco. Más bien pertenezco a ese reducido grupo que ni ama ni odia su cine, sino que me encuentro en un punto intermedio, me gusta y ya. Desde "Todo sobre mi madre" he visto todas sus películas y me parece un director interesante, muy hábil como realizador y como director de actores, y que trata temas distintos (a veces demasiado distintos) a los que estamos acostumbrados a ver en el cine español. Su último trabajo, "Los abrazos rotos", muy de moda de nuevo en los últimos días por su presencia en el Festival de Cannes, no es ni mucho menos perfecta ni indispensable, pero se ve bien, la historia es muy interesante y te mantiene en vilo hasta el final (aunque, para mi gusto, dicho final deja bastante frío). El filme nos cuenta la historia de Harry Caine, un guionista ciego que vive y trabaja acompañado de su directora de producción, Judith, y del hijo de ésta, Diego. Cuando el rico y cruel empresario Ernesto Martel muere, y su hijo se presenta en casa de Harry para proponerle escribir un guión, comienza a destaparse una historia que sucedió 14 años antes, y que Harry le cuenta Diego. Por entonces, Harry, que en realidad es el pseudónimo de Mateo Blanco, era un joven director de cine que se enamora de Lena, la protagonista de su última película, quien a su vez es amante de Ernesto Martel, el productor de la misma... Ya sabemos que estos dramas de triangulos amorosos no acaban bien; sin embargo, no me parece normal que la película haya distribuido la sinopsis contando desde el principio como acaba la historia de Mateo y Lena. Vale que te lo puedes imaginar, pero realmente hasta pasada más de hora y media de película no sabes lo que les pasa, y eso reduce en gran parte el factor sorpresa. Pero repito, eso es culpa de la distribuidora, no de la película ni del guión. Y por si acaso hay algún extraño caso que alguien que lea esta página y que no haya leido el argumento que digo, no voy a contar nada más para no destripar nada.
Por lo demás, los actores están bien, Penélope Cruz y Lluis Homar hacen sus papeles, pero sin más; los que si que destacan de manera notable son los jóvenes Tamar Novas y Rubén Ochandiano, ambos actores con muchísimo talento que espero que tengan mucho futuro en el cine español; y sobre todo, la maravillosa Blanca Portillo, extraordinaria actriz que borda cualquier papel que haga. Además, hay muchos cameos de diversas actrices, algunas que ya habían trabajado con Almodóvar como Lola Dueñas, Ángela Molina, Carmen Machi, Chus Lampreave, Rossy de Palma... así como de actores ídolos de las jovencitas como Alejo Sauras o Dani Martín.
Me gusta especialmente cómo Almodóvar, sabiendo que nos presenta una película distinta a las que nos tiene acostumbrados, se "parodia" a si mismo dentro de la misma película, ya que la película que el protagonista está rodando es la clásica comedia almodovariana al estilo de "Mujeres al borde de un ataque de nervios", como se ve claramente al final, cuando vemos la escena entera de Carmen Machi y Penelope Cruz; me parece muy inteligente esta manera de introducir cine dentro del cine, y demuestra que el director es fiel a sí mismo, guste o no guste. En fin, no es una maravilla pero es buena, que es ya decir mucho en los tiempos que corren, no es pesada a pesar de ser larga y vuelve a demostrar que, le pese a quien le pese, Almodóvar es uno de los directores más importantes de nuestro país.
